Misterios Gozosos

Lunes y sábado:

Presentación en diapositivas

Primer misterio:

La Encarnación del Hijo de Dios en la purísimas entrañas de la Santísima Virgen María.

Padrenuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino. Hágase tu Voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte amén. (Diez veces)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

María, Madre de Gracia, Madre de Amor y Misericordia, defiéndenos del enemigo y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¡Oh, Jesús mío! Perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén.

Segundo misterio:

La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.
(Padrenuestro. Diez Avemarías. Gloria. María Madre de Gracia. ¡Oh, Jesús mío!)

Tercer misterio:

El nacimiento del Hijo de Dios en el portal de Belén
(Padrenuestro. Diez Avemarías. Gloria. María Madre de Gracia. ¡Oh, Jesús mío!)

Cuarto misterio:

La presentación del Niño Jesús en el templo
(Padrenuestro. Diez Avemarías. Gloria. María Madre de Gracia. ¡Oh, Jesús mío!)

Quinto misterio:

El Niño Jesús perdido y hallado en el templo
(Padrenuestro. Diez Avemarías. Gloria. María Madre de Gracia. ¡Oh, Jesús mío!)

Las tres Avemarías
(En las tres cuentas finales)

1ª.- Virgen purísima antes del parto, ruega por nosotros. Avemaría.
2ª.- Virgen purísima en el parto, ruega por nosotros. Avemaría.
3ª.- Virgen purísima después del parto, ruega por nosotros. Avemaría.

La Salve
Dios te salve Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. ¡Ea, pues, Señora, abogada nuestra! Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clementísima! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Ave María purísima - sin pecado concebida.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


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